jueves, julio 16, 2009

Mi actualidad

En estos días de plena y exclusiva acción del rol materno me vuelve a encontrar una vez más la idea del poder y del no poder. No poder ser nunca más lo que era, hacer las cosas como las hacía, hacer todo lo que hacía(y esto incluye la pequeñez más cotidiana que se les ocurra).
El poder, por su lado, es maravilloso, poder mirar a mi bebita, presenciar sus cambios día a día, poder ver a mi compañero en un nuevo rol y encontrarme con una nueva faceta de mi misma y con todas las sensaciones que la acompañan.

Conclusión número uno: hay muchas cosas que no se dicen acerca de esta estapa de profunda transformación en la mujer.
Conclusión número dos: cada una lo vive a su modo.

Es demasiado mujeril este post. Hombres abstenerse, tener paciencia o simplemente, aprender.

lunes, julio 06, 2009

Hombre récord

Los que me conocen saben que es imposible que sea indiferente a las noticias tenísticas.
Ayer se hizo historia en el deporte blanco, ja, y el hombre récord no es ni más ni menos que Roger Federer, que al haber ganado su 15 Grand Slam superó al increíble Pistol Pete, quien todavía mantiene el récord de trofeos ganados excusivamente en la catedral del tenis, logrando 7 ¨Wimbledons¨, 6 de ellos consecutivos. Seguramente RF lo supere, pero le falta uno más para igualarlo.
Párrafo aparte merece Andy Roddick, quien en el día de ayer fue víctima del suizo por cuarta vez en la final del más clásico de los Grand Slams. Un psicólogo para Andy, por favor. Su frustración debe ser grande.
Les dejo un link del atp para que vean el homenaje.

sábado, julio 04, 2009

Sobre gustos


Con gran expectativa hemos visitado la hermosa e impresionante librería que la cadena Ateneo tiene sobre la ruidosa Avenida Santa Fé. Una verdadera joya que se compara a las librerías más imponentes del mundo.
Pero qué quieren que les diga, yo me quedo con la librería del barrio, con sus olores contradictorios de viejos libracos y la frescura de los ejemplares relucientes. Prefiero sus escaleras kilométricas llenas de polvo que alcanzan las cumbres oscuras de la nebulosa, ese espacio que se parece al purgatorio de los libros, donde los títulos de los lomos añejos apenas se leen y donde seguramente se guardan tesoros.
La librería del barrio es rimbombante a su modo, con sus pasillos divididos por repisas cubiertas hasta el último centímetro e islotes llenos de novedades. Con la puerta siempre abierta y sus dos mesitas que la vigilan desde la vereda, ha cubierto cada uno de mis caprichos. Hemos encontrado, encargado y descubierto todo lo que buscábamos y aun más. Prefiero su silencio al tango electrónico que distrae en los pasillos del Ateneo.
En cierto modo, siento que me parezco al personaje de Meg Ryan en ¨Tienes un email¨, defendiendo su pequeña librería de las garras del coloso que inaugura el personaje de Tom Hanks a la vuelta de la esquina.