viernes, agosto 29, 2008

Ñam, ñam...


Hoy pasé caminando por la puerta del Sindicato de Alfajoreros.


¡UPS! ¡Ni sabía que existía!

viernes, agosto 22, 2008

Dos caras de un mismo personaje



Hoy entré a la misma fotocopiadora de siempre y me quedé atónita mirando unos stickers. ¿Regresión? Tal vez. ¿Nostalgia? Tal vez. ¿Recuerdos? Muchos.

Eso si, los stickers eran de la nueva versión de "Strawberry Shortcake" aquí conocida como "Frutillitas".

En los `80 era muy fan de esos dibujitos. Eran tan dulces... pero el personaje actual es muy moderno. Ahora resulta que usa sombrero de jardinera, jeans y soquetes blancos en lugar de vestido y medias largas rayadas verdes y blancas. Su pelo es corto y no rizado como antes.

La kiosquera reparó en mi interés y me dijo "te los regalo".

"No, no, de ninguna manera" le contesté mientras sacaba un billete para pagar los stickers.

En fin, no aceptó el dinero y me traje las calcos de esta nueva Frutillitas que usa jeans, anda con valijas y mochilas, en lugar de canastas llenas de frutos rojos. Ah! y se ata el buzo a la cintura haciéndose la canchera, nada más lejos del personaje original.

Próximamente: La increíble mutación de Kitty.

martes, agosto 12, 2008

El caballero y la vagabunda



Esta es la historia de un perro que se murió de amor. El hecho fue contado por Ernesto, un compañero de la clase de pintura, quien tenía un dobermann.


Un buen día apareció una perra callejera en la vereda de su casa, y con su manto gris envolvió de amor al solitario dobermann. Ernesto y su familia decidieron adoptarla. La llamaron “Linda”.
Cuando Linda se escapaba de noche, sin poder eludir sus viejos hábitos vagabundos, el dobermann se dedicaba a extrañarla sonoramente a través de los aullidos que lograban interrumpir los sueños de todo el barrio.


Fue durante una tarde, después de que Ernesto llegara a su casa . Linda estaba recostada en la vereda y su dueño pudo ver que algo muy grande sobresalía de su lomo. Inmediatamente llamó al veterinario.


“Es cáncer y está toda tomada”, dijo el veterinario sin vueltas. Ernesto decidió armarle un cálido rincón en el jardín, donde la perra se sintiera lo más cómoda posible. El dobermann no se separaba de ella ni un minuto, y fue así como también resultó ser el principal testigo de su partida.


Ernesto sacó a Linda del jardín y decidió enterrarla cerca de la vereda. Hizo un pozo bien profundo y luego de enterrarla, colocó unas lajas con cemento. El dobermann se escabullía día y noche para recostarse sobre esas lajas, y las rasqueteaba desesperadamente con sus patas. Dejó de alimentarse y tres días después murió. Al parecer la vida no era igual sin Linda y su amor por ella pudo más que sus instintos de supervivencia.

jueves, agosto 07, 2008

Defendiendo a los cactus

Hace un tiempo alguien me preguntó por qué tenía plantas "tan agresivas" en mi hogar. Indudablemente, esa persona relacionó los pinchudos miembros de los pobres cactus que tenía repartidos por la casa con la agresión y la hostilidad.

Resulta que para mi son muy estéticos, prácticos (requieren poco cuidado) y nunca les vi una veta agresora u ofensiva...pero por lo visto, mejor dicho, por lo leído en este chiste de Mafalda, más de uno los condena a la connotación negativa.

¡Pobres plantas! ¿Qué culpa tienen?