sábado, febrero 28, 2009

Circunstancias del embarazo VI

Cada vez falta menos. Se podría decir que estoy en la cuenta regresiva. Justo cuando uno cree que la panza no puede ponerse más grande, la piel continúa estirándose y mis movimientos se entorpecen, se ponen lentos como los de un astronauta y se encuentran claramente disminuidos. Ya les hablé de mi imposibilidad para cortarme las uñas de los pies. Ahora lo que me resulta difícil es agacharme.
Me he dado cuenta de la cantidad de veces que una persona se agacha en el día. Lo que solía ser un movimiento involuntario, entre comillas, hoy en día es una especie de malabar de circo. Prender el horno, levantar un lápiz, atarse los cordones, levantar una media, buscar las ollas del último cajón, levantar un papel, acariciar al gato, levantar el tenedor, sacar la fruta del último compartimiento de la heladera, levantar el cepillo de pelo, rascarme el tobillo… y podría seguir varios renglones más.

viernes, febrero 27, 2009

Dos razones para celebrar


El origen del festejo de los cumpleaños se remonta a la Antigüedad, más precisamente a la civilización griega (¿cuándo no?), costumbre que fue adoptada por los romanos (¿cuándo no?). Resulta que aparentemente los astrólogos comenzaron a calcular las fechas de los nacimientos de los nobles, refiriéndose en un principio y en exclusividad al sexo masculino (¿cuándo no?).
La creencia griega se centraba en un espíritu protector o daemon que estaba presente el día de su nacimiento y que se dedicaba a protegerlo durante toda su vida. Los pasteles de aquel entonces eran redondos como la luna y estaban hechos a base de miel. Se dejaban sobre los altares y templos con cirios encendidos. El fuego tenía como propósito traer suerte a quien celebra su cumpleaños, pero hoy en día las velas cargan con mayores responsabilidades: conceder deseos al cumpleañero/a.
Más tarde, la visión del cristianismo enterraría este festejo considerándolo pagano (¿cuándo no?). Sin embargo, muchos años más tarde, más precisamente en el siglo IV comenzaron a modificar su visión (¿cuándo no?) y trataron de determinar la fecha de nacimiento de Cristo. En este sentido, cuando se comenzó a festejar la navidad se abrió paso al retorno de las celebraciones mundanas.
Aparentemente la tradición de las fiestas de cumpleaños toman la forma que conocemos hoy por hoy puntualmente en Alemania (y se denominaban “kinderfeste”), pero la fiesta se propaga rápidamente por toda Europa. Los niños reciben regalos, se hornean tortas con mermeladas y se encienden las velas (para ahuyentar a los malos espíritus).
Lo que todavía no pude descubrir bien es el origen de las discrepancias entre las canciones que se entonan en honor al cumpleañero/a. Acá cantamos “feliz cumpleaños” y en otros países como Inglaterra, Alemania, Estados Unidos o Rusia se canta “Feliz día de nacimiento” (“Happy Birthday” o “S Dniom Rozhschenia”, por ejemplo). En alguna ocasión presencié cómo la familia del nuevo integrante de la familia le entonaba el “Feliz día de nacimiento” al bebé recién aterrizado. Aparentemente la melodía no cambia (aunque desconozco cómo lo cantan en otros países como China, India o Turquía), pero si existen pequeñas diferencias como esta en la letra de las canciones. Lo que si queda claro es que el objetivo es festejar.

Por eso aprovecho las diferencias lingüísticas en este doble futuro festejo, ¡Feliz cumpleaños para mi y happy birthday para mi hijita que está por nacer!

lunes, febrero 23, 2009

Disyuntiva


El fin de semana vi "Revolutionary Road" con Kate Winslet y Leonardo Di Caprio. Esta imágen me recordó a una de las disyuntivas que siente April, el personaje que interpreta Winslet.

¿Alguno de uds. ha sentido esto antes de tomar decisiones importantes? En el camino que marca el resto de tu vida, a la izquierda se ubica lo promedio, lo mediocre, lo usual. Y la derecha se encuentra la decisión que llevará al resto de una vida memorable.

viernes, febrero 20, 2009

Leed, mortales


Mi estado actual me tiene medio sensibilizada, es verdad, pero lo que me pasa cuando escucho o canto el himno nacional, es algo creciente e indescriptible. De todas formas, por medio de este acto desafiante, intentaré descifrarlo.
Mis años de maestra me han dejado una postal emotiva. Todavía recuerdo todas esas caritas ingenuas entonando estrofas con gran significado, inmersas en una realidad que tiene que ver más con el País de Nomeacuerdo o el Reino del Revés creados por la talentosa María Elena Walsh, que con los profundos valores que me infunde el himno nacional. Aun veo todos esos ojitos observando una bandera estática mientras pronuncian los ideales de una nación (tal vez sin siquiera pensar en ello) que lejos está de alinearse con ellos.
Lo escucho en la tele, en la radio, por la calle, donde sea, interpretado por deportistas ávidos de motivación o por un grupo de chicos que crean ecos agudos tras los paredones de algún colegio lejano del barrio. Cada vez que lo oigo se me pone la piel de gallina, se me eriza la nuca, me brotan las lágrimas. Supongo yo que será a causa del contraste espontáneo que se me presenta entre lo que me inspira y lo que me rodea.
Es como si fuera lo único e incorruptiblemente puro que quedó allí, olvidado, porque la entereza que carga quedó grabada en la repetición automática de la “noble igualdad” y no en su concreción propiamente dicha. Esto tal vez se mantenga así hasta que algún presidente de turno trate de llevar a cabo lo que los Les Luthiers idearon en uno de sus espectáculos cuando uno de ellos decide encarnar a un político que toma la decisión de cambiar las estrofas del himno nacional a gusto y piaccere, mezclándolo con la marcha de su partido…
Y justamente esa cualidad pura y olvidada la veo en todos esos niños que en las aulas escriben y leen sobre los símbolos nacionales y que en un futuro cercano se encontrarán indefectiblemente con una realidad celeste y blanca desteñida. No me malinterpreten, no digo que hacer un collage con la bandera esté mal, pero es muchísimo más importante el ejemplo de la lucha por una sociedad mejor.
Para mi se trata de un emblema nacional sumamente emotivo y empolvado, que se ve reducido (o altamente engrandecido e incomprendido) y que no posee el peso consciente de todo lo que debería inspirar. Es mi experiencia, sumamente subjetiva, íntima, propia, extremista tal vez.
Pienso en ello cada vez que lo escucho y no puedo evitar llorar. Me invade la tristeza mientras comprendo que cada vez estamos más lejos como sociedad de aquellas palabras que sólo cargan con la connotación del olvido y que poco ya tienen que ver con el hecho de vivir con gloria y eternizar los laureles que alguna vez, supuestamente, supimos conseguir.

jueves, febrero 12, 2009

Preguntas Gatoexistenciales


¿Extrañará el paisaje de las montañas y el lago? ¿Comparará las nevadas y la eterna llovizna patagónica con las tormentas ruidosas de Buenos Aires? ¿Registrará las diferencias entre el aire puro y los vahos cambiantes de la ciudad? ¿Sentirá la ausencia de los techos helados, los ambientes calefaccionados y los eternos vientos sureños? ¿Tendrá grabada en su retina aquella vista que solía observar desde la ventana de la cocina? ¿Notará que ahora afila sus uñas con un rasquigato de cartón y en nuestras preciadas sillas recién estrenadas en lugar de usar aquel viejo durmiente gastado que oficiaba de escalón en el jardín? ¿Añorará las coníferas, el radal, los cipreses o se conformará con el laurel y las eugenias que sobreviven con esmero en el balcón?


¡Si tan solo pudiera hablarme de lo que piensa!

Circunstancias del embarazo V

Capítulo repetido: despertarme varias veces por noche.

A veces tengo la dicha de despertarme porque tengo que ir al baño, o porque siento pataditas, puñetazos y movimientos lentos que acaban por remover mis costillas y no me ayudan a encontrar una posición cómoda para descansar.

Pero en otras ocasiones no cuento con tanta suerte y me levanto abrumada y lacrimógena por unas pesadillas terribles que logran inquietarme con mucha angustia durante varias horas.

Pero no me malinterpreten, durante el día mi felicidad es creciente y la sana ansiedad de futura mamá se hace presente y no se ve menguada para nada por los numerosos bostezos.

domingo, febrero 08, 2009

Postal marina


Mar espejo, verdoso y gris amarronado. Mar denso, lechoso, revuelto. Mar confuso, ventoso, coleccionista de nubes que sobrevuelan el eterno movimiento, zambullendo sus sombras en los horizontes rasantes y camaleónicos.

Mar encubridor de audacias retorcidas que sólo pueden delatar los granos de arena, mientras susurran volando punzantes hasta estamparse en los cuerpos sin permiso.

Todavía tengo al gigante plateado en mis ojos, en mis oídos, en mis zapatos y en mi piel. Tengo gusto a sal, ardor a sal, aureolas de sal, blancas como la espuma escalonada que deviene repetitivamente en cada ola, en cada brisa, siempre igual, nunca igual. Sin sutilezas.

La inmensidad que se mece bajo los cielos inconstantes apenas se aprecia desde el mundo que existe entre los amaneceres y la arena. Algunos chapotean, nadan y barrenan sin reparar más allá de los brillantes espejismos creados por los reflejos del sol, que disfrazan de perlas al acaparador de las profundidades más misteriosas incapaces de ser imaginadas.

domingo, febrero 01, 2009

Keep on blogging!


En una nota titulada Incubadoras del periodismo del futuro publicada en LA NACIÓN el domingo 1 de febrero, Gastón Roitberg escribe sobre un nuevo tipo de publicación periodística: la generación de los blogs impresos, ejemplificados por un periódico de carne y hueso gratuito titulado The Printed Blog que remite a los inicios del diario, más precisamente a aquellas gacetas que se repartían en los puertos con la información de los horarios de las llegadas y salidas de los barcos y que luego ampliarían sus contenidos sustentados por las publicidades, remitiendo del mismo modo al orígen mismo de la publicidad.
Lo primero que me vino a la mente es pensar que si un blog se lleva al papel deja de ser blog. Básicamente se pierde la esencia de acumular comentarios espontáneos de diferentes bloggers y visitantes que realizan sus aportes a raíz de lo leído generando un intercambio de perspectivas, juicios y opiniones que logran enriquecer en muchos casos lo publicado. Corríjanme si me equivoco, pero para mi una de las características más notorias de un blog es justamente esa retroalimentación libre e instantánea entre autores y cibernautas.
Aclaración número uno: no hablo precisamente de mi blog, que se identifica más con un capricho personal que con la estimulación de opiniones encontradas sobre temas periodísticos actuales. Me refiero a espacios que realmente detallan una realidad descriptiva en medio de conflictos de todo tipo, que permiten que muchos nos enteremos de investigaciones jugosas o de hechos concretos vividos, contados y mostrados por sus propios protagonistas.
Aclaración número dos: He leído los posts impresos y encuadernados escritos por Carolina Aguirre en ¨Bestiaria¨, justamente uno de los ejemplos citados por el mismo Roitberg en su nota. No estoy en contra de ello, de hecho, me gustó leerla en presentación de libro en la comodidad de mi cama bajo la luz tenue del velador. Pero confieso que nunca he leído ese libro pensando que se trata de una recopilación de posts impresos. Ahora que lo pienso, los he entendido más bien como ensayos, como simples observaciones acerca de la tribu femenina que habita el mundo.

No discuto este concepto de multiplataforma mencionado por Roitberg, pero confieso que me invade una suerte de resistencia coherente; del mismo modo que me resisto a leer libros en formato digital, me resisto a leer blogs en formato de papel, o al menos entenderlos como blogs impresos. Simplemente me parece contradictorio.