sábado, julio 31, 2010

Percepciones


Los 80 de mi abuelo nos han juntado a casi todos y estamos disfrutando de familiares que viven en lugares muy lejanos y que vemos, con suerte y viento a favor, una vez al año. Estos atracones de familia son lindísimos, agotadores y cuando llega el momento de despedir a quienes nos visitan, nos invaden las siguientes percepciones: cuan diferentes son nuestras rutinas, cuántas pequeñas cosas nos separan y nos unen, cuántos deseos de poder vernos más seguido y con mayor exclusividad para poder charlar de igual a igual y no de a quince en una mesa atropellada, cuánto tiempo ha pasado desde aquella historia o aquella otra anécdota que recordamos y cuántas horas nos quedan para compartir juntos antes de que despegue el primer avión o zarpe el primer micro. ¡Snif!

jueves, julio 15, 2010

Bajo la lluvia


Otra mañana gris y húmeda me espera. De inmediato noto una sorpresiva soledad en mi circuito rutinario. Divino, pienso, y esta vez comienzo a esquivar charcos en lugar de personas.
Mientras corro bajo la llovizna fría no puedo evitar empaparme de los recuerdos de mi lejana Patagonia y de aquellas rutinas lluviosas que nunca se repetirán. Para mi no hay como correr con el viento en la cara y las gotas heladas castigando mis cachetes. A quienes no corren, les recomiendo hacerlo y a quienes lo hacen, les recomiendo hacerlo bajo la lluvia y a quienes acostumbran correr bajo la lluvia o la nieve, les recomiendo hacerlo escuchando este tema. Es mágico.
Tiempo de elongar un poco. Después me cuentan.

jueves, julio 08, 2010

Muerte irónica

Estaba reunida con su hermano, el gobernador de la Provincia de Neuquén. La reunión se extendió y no llegó a horario para tomar el avión para regresar a su ciudad. Entonces decidió partir en auto junto a sus colaboradores. Ya casi llegando a San Martín de los Andes, en una recta ubicada en las cercanías del aeropuerto local, donde la calzada siempre estuvo ondulada y desnivelada, el conductor perdió el control, se cruzó de carril y chocó frontalmente con otro vehículo. Todos murieron menos él. La nieve aportó lo suyo y la noche había enfriado aun más la calzada.
Luchó por su vida varias horas estando consciente, hablando inclusive con los médicos y con quienes la rodeaban en la habitación común del hospital local. Digo común no porque tenía coronita y necesitaba algo lujoso, sino porque precisaba de mayores atenciones médicas.
Dicen que la operaron y que las secuelas por dentro eran irreversibles. Hubo misa pero no hubo velatorio, porque aun se investigan las causas de su muerte.
Hoy mi querido pueblo está de luto porque falleció Luz Sapag, la intendente que cumplía su tercer mandato en ese rol. Casi todos allí la conocían personalmente, yo no tuve el gusto. Siendo intendente tomó decisiones que respeté y que aplaudí, pero también hubo algunos asuntos irresueltos que precisaban decisiones que nunca se tomaron.
Un aeropuerto local inseguro y de muy pobres características, donde los vuelos no llegan y los aviones sanitarios no aterrizan cuando más se los necesita, una ruta en estado decadente, falta de equipamiento y de una unidad de terapia intensiva en un hospital regional que quedó chico hace tiempo, que no alcanza y que encima recibe gente de poblados aledaños. Sé que no todo es tan simple y que la ruta provincial es resposanbilidad de la provincia, que el tema del aeropuerto tiene muchas aristas, que las mejoras del hospital dependen de muchas decisiones, bla, bla, bla, pero esto es una demostración más de lo trunco y complicado que es avanzar y mejorar en este país. Que plata no hay, que faltan inversiones, que siempre lo mismo, siempre sopa y las justificaciones no sirven cuando pasan tragedias como estas o cuando sabemos que hay temas primarios irresueltos como el hambre, la falta de educación, salud, etc. Esta muerte tiene tanta ironía encima que anoche no pude dormir.
Estoy harta de tomar sopa.

°Los hechos narrados están basados en los comentarios provenientes de personas que viven en San Martín de los Andes.