jueves, mayo 27, 2010

Rosario en zapatillas

Esta vez no hubo click porque dejamos al retoño al cuidado de su abuela rosarina y salimos a las corridas. Hace mucho que no salíamos juntos. Encaramos el Parque España y tomamos la costanera hacia el Monumento de la Bandera. El clima no acompañó para nada, pero no podíamos dejar escapar la oportunidad. Los puestos de los artesanos recién se estaban comenzando a armar sin mayores apuros y nos cruzamos con algunos vallados, palcos, un escenario y unas cuantas luces tapadas con plásticos negros para resguardarlas de la llovizna. Todo era augurio de celebración. Este es uno de los bares del padre de Messi, me dice JJ, y a los 10 metros me dice y este también.
Rosario es como un pueblo grande y fiel a su estilo futbolero, está orgullosa de ser la cuna de Messi... y de la bandera, por supuesto.
Me juego la cabeza y doy fe que para muchísimos rosarinos el Bicentenario no fue el hecho más importante del fin de semana hiper largo, ya que como muchos saben, uno de sus clubes más conocidos, el gigante de arroyito, de personalidad canalla y muy amado por el maestro Fontanarrosa, se ha ido a la B. Tristemente la mitad de la ciudad estuvo de luto y la otra mitad estuvo festejando...el bicentenario de la patria, digamoslo así para no crear ofensas.
Uf, llegamos al Parque Urquiza y mientras JJ hacía piques motivado por la leprosidad, perdón, felicidad de los 200 años de la patria, yo me daba una vueltita tranquila para luego retomar la costanera, rozar nuevamente el monumento y volver a casa de mi suegra. Esa mañana la marea banderil era celeste y blanca a los ojos, pero en las miradas de los rosarinos, los amarillos, azules, rojos y negros se notaban como sordos latidos confundiéndose con el tenue oleaje del Paraná.

Linda ciudad para conocer a las corridas.

miércoles, mayo 19, 2010

Fin de semana ameno e inusual







Colonia de Sacramento nos esperaba. Aún tenía bien fresca la impresión que me dejó mi tío tanguero después de haberla visitado.
Nuestra idea era recorrerla a pie empujando el cochecito de la bebé y así lo hicimos.
Los callejones plagados de casitas lograron encantarnos de inmediato con sus viejas piedras y sus santa ritas coloridas. La cerámica blanca y azul y los azulejos añosos sobresalen armónicamente junto a los macetones de diversos tamaños que escoltan las puertas de las casas y posadas.
Llegamos a la conclusión de que los guías turísticos innatos del lugar son los perros. Así como San Isidro es de los gatos, Colonia de Sacramento le pertenece definitivamente a los perros. Motos y autos los esquivan, demostrando el respeto que se han ganado. Los vimos haciendo guardia en los murallones históricos o simplemente echados al sol durante la siesta. Algunos inclusive, nos acompañaron varios metros entreteniendo a nuestra hijita mientras trataba de imitar torpemente el sonido de un ladrido.
La idea de hacer un viaje por dos noches con una nena de un año no nos parecía mala, pero hay que reconocer que aun nos tiemblan las muñecas gracias al mismo efecto coctelero que debe haber sentido ella en todo su cuerpo gracias a los adoquines, escalones y callejuelas antiguas empedradas.
El clima no acompañó mucho, pero por suerte no llovió. En algunos momentos llegué a confundir el Río de la Plata con el Nahuel Huapi y además reconocí el mismo viento helado soplándome en la cara. En un paréntesis admito que extraño muchas cosas de Bariloche, pero tengo que admitir que el viento no es una de ellas.
Nunca había estado en Uruguay. Me sentí muy a gusto, como en mi casa. Vi pelotas de River y Boca vendiéndose en la calle y pude usar pesos argentinos en todos lados. Me subí a un taxi donde se oía una radio argentina de fondo y vi mucha gente adicta al mate, más adicta que en Buenos Aires, eso seguro. En la tele se ven más canales argentinos que uruguayos, pero a pesar de todo eso, uno no deja de sentir ese cosquilleo adrenalínico que indica que está en otro país.
A los porteños sin bebés les aconsejo visitarla y les aseguro que con un día y medio alcanza. A los que tienen bebés les aconsejo viajar solos, contratar niñera o entrenar muñecas y bíceps, además de la ponderada y siempre vigente paciencia.

domingo, mayo 16, 2010

Cobarde

Cerró la puerta y no llamó al ascensor. Bajó corriendo las escaleras. Huía de algo, de alguien. Aparentemente de si misma. El sacudón del último escalón aclaró su panorama: huía de esa poesía osada que no se animaba a escribir. Un aluvión de palabras intentaba inmortalizarse en un papel, pero su cobardía era lo suficientemente valiente como para desafiarlo.
Le faltaban agallas para expresar esa poesía muda. Eso dolía porque siempre había creído que uno era verdaderamente libre en su escritura pero ahora además estaba claro que también terminaba siendo presa de ella.
En cada paso que dio imaginó principios y finales pero por el momento el sabor de la libertad seguiría estando encerrado allí, tras los barrotes de su imaginación y la sensación de una posibilidad trunca.

domingo, mayo 09, 2010

Flotando

Click y a correr. Otra vez salgo a esquivar gente. Esta mañana no logro descifrar nada, así como no logro descifrar lo que dice la letra de Passe em casa de Tribalistas. AMO como suena este grupo a pesar de entender el 20% de lo que cantan. Es como enamorarse a primera vista, uno quiere sabiendo poco del otro.
Para quienes no los conocen, suenan como pocos, son un equilibrio genial que no permite bajo ningún punto de vista que lo dulce se haga cursi. Esto me motiva para correr en el aire, como flotando, como enamorada y sin bajar el ritmo. No tomé nada, bah, sólo mi mate habitual y agua tal vez. Ya no me acuerdo…
...passem pássaros e aviões... E no chão os caminhões... passe o tempo, as estações...passem andorinhas e verões...

Alguien sabe portugués?