sábado, octubre 28, 2006
La Cotidianeidad nuestra de cada día II
ESA ODIOSA COSTUMBRE DE HABLAR DEL CLIMA
Cuando apenas nos encontramos con alguien (conocido o desconocido), casi siempre hacemos un comentario sobre las condiciones climáticas. Parece ser una costumbre argentinísima o barilochísima. No sé si en otros lugares la gente se saluda e inmediatamente después comenta: “¡Qué viento!”, “El pronóstico es alentador”, “Mañana llueve”, “¿Tenés idea de cuando va a salir el sol?”.
A veces nos salimos osadamente de la raya y profundizamos con un “¿Viste lo que pasó en Turquía?” o “Ayer tuve una entrevista de trabajo y me fue bastante bien”.
No sé a qué atribuirlo. Supongo que lo primero que uno dice se relaciona directamente con el entorno, con ese contexto común en el que se ven inmersos los actores que conversan amenamente sobre las nubes que vienen o van. Pero teniendo tantas cosas de las cuales charlar, siempre terminamos haciendo un comentario sobre aquello que se nos aparece casi como una obligación.
Muchas veces sucede que inmediatamente después de haber comentado algo sobre la humedad o la temperatura, el silencio se apodera de la conversación y ya no se sabe qué decir… ah si, quizás se recae nuevamente en el inevitable estiramiento del tópico, haciendo alusión y ejerciendo futurismo: “Tal vea mañana mejore”.
Quizás deberíamos admitir tristemente, que no sabemos expresar nada más allá del clima, o probablemente en muchos casos, necesitemos comentar lo trivial, rindiéndonos ante la idea de que es el preludio obligado para comenzar a hilar palabras con nuestro interlocutor.
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6 comentarios:
Sí, es la forma típica de abrir una conversación... en BRC suele ser tema más justificado (y hasta divertido), por el característico clima cambiante.
Así, como en una conversación entre Mafalda y Miguelito, la conversación puede ir rápidamente a temas más candentes:
- Cómo llueve, eh?
- Sí, este gobierno no sabe hacer nada bien
Si, coincido, hay unos baches enormes frente a las tormentas sociales...
¿Veremos la luz del sol alguno de estos días?
Abrir la conversaciòn hablando del clima puede tener dos intenciones diferentes, por lo menos desde mi punto de vista. En primer lugar, cuando queremos mantenernos desvinculados de la conversaciòn que estamos manteniendo, el clima es algo externo a nosotros, excede a nuestro control y por ende, no nos compromete... Si hablàramos del clima de nuestro ser, nos confrontarìamos con un problema, ser sinceros en un mundo donde la regla es posar para la foto!!! En segundo lugar, està quien inicia la conversaciòn hablando del clima pero con la intenciòn de llegar a hablar de sì mismo, o por lo menos, de algo que lo implique, es ir de afuera hacia adentro... En un camino bastante màs escabrozo pero tambièn màs enriquecedor.
En fin, si el clima no te acompaña, no te preocupes, el sol siempre està tras las nubes!!! Ja, ja, ja!!! Siempre es màs facil acertar en el pronòstico climàtico que en el de nuestra vida, sin embargo, esa incertidumbre es el atractivo, no? Besitos!!!
Siiii!!!! Hablar de las nubes te abre paso a otras cosas más profundas... aunque hay veces donde no se llega a nada. Pero es natural. No frente a todos podemos abrirnos y mostrar nuestro clima interior! Un besiiiiiiiito!
Sí, es interesante la observación de que el clima es algo externo y más bien "neutro" como para empezar a hablar. Sería chocante empezar la conversación con una valoración, no se espera eso por parte del otro, queda fuera del juego del inicio de la conversación. Ejemplos (no hagan esto, niños):
"- Tenés cara de haber pasado una mala noche..."
"- Estoy constipado ..."
"- Hay mal olor por acá..."
etc..
;)
Ja ja ja ja!!!
Si tal cual, le tocó al clima ser el "rompehielos" del diálogo...
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