sábado, diciembre 01, 2007

Jugarse antes, ahora y siempre


El nivel de osadía de las decisiones de los jóvenes es diferente a la que se daba lugar durante algunas décadas atrás. Si bien una característica universal de los adolescentes de todos los tiempos es justamente el sentimiento de poder hacer cualquier cosa frente a cualquier adversidad que se presente, ¿es correcto afirmar que son más arrebatados ahora que antes?

Algunos viejos de ahora (los jóvenes de antes) aclaran que aquellas épocas eran más sanas y más ingenuas. Había posibilidades, hábitos, creencias y presiones diferentes a las de ahora. Estamos de acuerdo. Pero detengámonos en las decisiones de pareja, en el momento de arrebato y casamiento luego de sólo dos meses de salidas formales.

¿Quiénes tienen mayor inconciencia? ¿Las parejas de antes que se casaban después de pocos meses de noviazgo a los 17 o 18 años sin conocerse a fondo o los de ahora que se plantean convivir algún tiempo y toman la decisión alrededor de los treinta?

Es común escuchar que los jóvenes de ahora están descarrilados, andan sin rumbo, no saben lo que quieren, tienen todo o no tienen nada, con tanta basura dando vueltas, con las malas influencias, abusando del uso de las nuevas tecnologías, del alcohol y otras sustancias, sin valores claros, etc. etc. etc. pero creo que vale la pena ir a lo concreto. No podemos negar la realidad, pero tampoco creer siempre que todo tiempo pasado fue mejor que el actual.

Sería interesante hacer una comparación del éxito de aquellos y estos matrimonios. Tal vez los resultados nos sorprendan. ¿Acaso el arrebato y el conocimiento incompleto del otro da más garantías? ¿O será que simplemente el divorcio hoy por hoy y el espacio que ocupa la mujer en la sociedad hace que los individuos busquen su felicidad sin esclavizarse de por vida en una relación desdichada?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que el ejemplo que das del casamiento no se trata de un tema de "inconciencia" sino que se trata de un tema mas cultural y social, que debe ser entendido, o al menos visto, en el contexto y con la idiosincracia propia de esa época. El matrimonio a esa edad, entre muchas razones (y sin entrar en las religiosas) también se daba por una necesidad y obligacion de dejar el hogar paterno, lo que resultaba para muchas mujeres como la única opción válida y moralmente aceptable.
Por eso no me parece plantear el tema como una "inconciencia", mas allá de que los "viejos" (o jóvenes de antes)quieran utilizar esa palabra, que es algo bastante común cuando no pueden entender algo que su educación reprimida no les permite.
Ahora, sí podríamos (en mi opinión) hablar de inconciencia al contraer matrimonio, pero en términos poéticos.
Coincido con el concepto de "divorcio" que expusiste, pero no me gusta esa palabra, hay mas claras y mejores para explicar algo que supone un cambio tan importante en la vida, y una determinación tan dolorosa y difícil.

MaxD dijo...

Para los jóvenes de ayer es comprensible pensar que todo tiempo pasado fue mejor, por eso se repite la frase, y probablemente nosotros lo haremos más adelante. Lo que hay es un cambio de sentido en todo aspecto, pero también en lo particular de las relaciones de pareja. Un sentido cuyos signos hablan el idioma de una determinada etapa, cronología que evoluciona de forma cada vez más vertiginosa y hasta violenta. Cuesta adaptarse porque esta evolución se da dentro de la misma generación, es entonces que no podemos aprender a ciencia cierta de las anteriores. Muy buena la antropología de jesús.