Chicos y chicas que intentan entonar elegantemente algunas estrofas ante crueles jueces que les permiten tener sus ridículos segundos de fama; mujeres hermosas que se codean agresivamente en una pasarela ficticia para llegar a ser la súper mega top model del cono sur recurriendo a lo más patético del ser humano para deshacerse de sus compañeras, parejas que compiten recorriendo el mundo a los apurones, osados que acampan en una isla desierta sin los beneficios del mundo posmoderno, luchadores que se retuercen en una pileta de pirañas para ganar un millón de dólares.
Padres e hijos que construyen motos discutiendo mecánica a los gritos; amigos tatuadores que cuentan sus historias de vida; camioneros que manejan sobre hielo por Alaska; chefs que viajan por ciudades exóticas dispuestos a comer gusanos gratinados al sol; parejitas pop que comparten su extravagante cotidianeidad; historias de bebés, adolescentes y niñeras que aportan armonía a domicilio; personajes que se pierden con una camarita y una carpa en un áspero cordón montañoso por siete días; y mi preferido, arquitectos y diseñadores listos para reconstruir o rediseñar hogares con tiempo y dinero limitados.
Médicos, policías, enfermeras, mecánicos, modelos, artistas y veterinarios, entre muchos otros, comparten sus rutinas en un show mientras boxeadores desconocidos pelean por la gloria mediática y jóvenes ejecutivos buscan un puesto laboral en una de las famosas empresas que dirige el magnate de los negocios inmobiliarios, conocido por su divorcio y sus frases terminantes. Cirujanos plásticos, aspirantes a cocineros, diseñadores de indumentaria que luchan por conseguir un trabajo mientras calman sus nervios bebiendo champagne en un burbujeante jacuzzi frente a las cámaras. Maridos que cambian esposas, esposas que cambian hogares, familias que intercambian integrantes. Carreras grupales contrarreloj donde los participantes recorren países en busca de los diferentes puestos de control que unen las hazañas más singulares a cumplir: desde comer una parrillada completa en San Telmo hasta zambullirse en el Sena sin traje de neoprene para encontrar la monedita que solía tener Napoleón en su bolsillo izquierdo.
Es evidente que estamos frente al entretenimiento a cualquier precio y al mismo tiempo a bajo precio, porque es más fácil y económico filmar la vida de otro que costear una super producción de ficción. Quizás también optamos por embobarnos frente a la realidad para sentirnos menos solos, identificándonos con los problemas de alguna madre desesperada que se aleja notablemente de los personajes de las telenovelas; u observando verdaderos papelones y maltratos que nos causan cierta gracia o aprendiendo sobre lugares donde nunca estuvimos (y tal vez nunca visitemos) o simplemente; alejándonos un poco de nuestro ámbito para acercarnos a otro que, paradójicamente, y a pesar de ser extremadamente lejano en algunos casos, también es visible, palpable y rutinario.
Si bien la mayoría de los canales poseen programación mixta, hoy por hoy algunos de ellos centran sus programaciones en este tipo de contenidos, demostrando que el realismo posee un ingrediente atractivo que supera, o simplemente se diferencia mucho, de la ficción.
5 comentarios:
Hola Kirelia!!!
No me digas que ves algo de todo esto????? yo ni sabía que existía tanta diversidad. EN realidad todo esto es también ficción, porque en la realidad no existe! está armado para que sea atractivo para el televidente cholulo, creo yo, que es el reemplazo de las novelas pegajosas que en su momento fueron un boom.
Cómo estás vos? Todo bien?
Besossss Chechu
Y si, siempre hay un armado previo, pero a veces se notan ciertas espontaneidades. "Policías argentinos en acción" es mi preferido. Nah! Mentira, pero confieso que me gusta mirar el de los diseñadores y el de las niñeras.
Muy bueno.
Excelente sucesión de imágenes, de fácil lectura e incorporación visual.
Pero, y "Lost" ¿qué sería?
Lost es una serie adictiva con un muy buen guión. Hace rato que no me enganchaba con algo así, + o - desde Brigada "A"...
Te cito: "Es evidente que estamos frente al entretenimiento a cualquier precio y al mismo tiempo a bajo precio, porque es más fácil y económico filmar la vida de otro que costear una super producción de ficción."
Se trata de eso, exactamente.
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