martes, julio 08, 2008

Casi lo mismo

Pongo la media derecha por encima del pantalón, ajusto mi mochila y me subo a la bici. Pongo un cambio intermedio para pedalear cómodamente por si hace falta. Me lanzo por la senda y comienzo a sentir el tembleque en los brazos. Siento el mismo efecto en la cara y trato de fijar la mirada en el suelo. ¡Pero si son adoquines! En un momento llegué a pensar que estaba en pleno descenso del Cerro Otto.

9 comentarios:

MaxD dijo...

Naaa, no es lo mesmo. Te lo digo por que viví la de los adoquines también y, salvo en Barrancas, no debe haber pendientes como las del Otto. De todas formas, por algo te trajo hasta acá el recuerdo, y eso ya es digno de disfrutarse.

Marina dijo...

Jajaja, cuando yo vivia cerca de donde vos vivis ahora no tenia bici, pero si salia a hacer ejercicio en rollers... sobre los adoquines!

MaxD dijo...

Sea en bici o en rollers, ahí lo extremo pasa por esquivar al 60 y sus enemigos los tacheros, en esa coreografía urbana tan fea como peligrosa.

Euphoria dijo...

Esquivo caca, esquivo vendedores, esquivo fumadores que salen a llenar de humo las veredas, esquivo puestos de flores, diarieros, estudiantes, hombres pendientes de sus conversaciones telefónicas y mujeres apuradas y hasta obstsáculos derivados de la cantidad de proyectos edilicios que surgen de todos los recovecos...
A veces me pregunto si alguien me esquiva a mi porque lo que percibo es que mi actitud pueblerina evita entorpecer a los demás. Como ven, sigo practicando el slalom.

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

Sobre un corcel de acero
cabalga el dolor del tiempo,
los ojos del niño ausente
mueven las alas del sueño.
El corazón en la pedaleada
aflorando con voz de viento.

Fuimos la medida de lo concreto,
el espacio asomado,
la ventana,
los ojos,
nosotros,
tu,
yo.

Gracias por hacerme partícipe de tu visita a mi Cuaderno Poético. Es un territorio abierto a que pongas los pies desnudos sobre el mismo. Sentirás los pasos de quienes por el deambulan. La puerta está entornada. El café o té está caliente en la cocina. Quédate cuánto quieras.

Un beso de vida.

Pedro Luis Ibáñez Lérida

dulce dijo...

A mi me gustan los adoquines, son coquetos y además un reto o no??

F. Fabian S. dijo...

Con el agua que cae del Otto en estos dias deberias necesitar un Kayak

Anónimo dijo...

Nostalgia. Los adoquines a mi me recuerdan a Iguazú. Una cosa mas, un simple comentario, "Kayak" ¿con mayúscula?

Marian dijo...

Besos desde el Otto sin adoquines pero con muchos pozos! jajaja y con poca nieve.....ummmmmmmmmmmmmmmm
Besossssssss