Estas circunstancias embarazosas tuvieron lugar en la calle. Resulta que iba yo caminando hacia una avenida importante, portando con orgullo mi gran panza. Imagínense que a estas alturas y anchuras mi barriga estará a unos 30 cm delante de mí quedando totalmente al descubierto, casi, casi como si fuera un ser independiente. Mis movimientos al caminar se ven como en cámara lenta y son más parecidos a los de un pingüino que a los de un ser humano.
Cuando estoy llegando a la esquina y comienzo a doblar a mi izquierda, me encuentro de frente con un ciclista que venía raudamente por la vereda doblando exactamente por donde yo venía. No se pueden imaginar el susto que me pegué. Todavía no me explico cómo fue que nos esquivamos. Mi primer reacción fue tomarme la panza con las manos, luego sentí que el corazón me tropezaba en cada latido y después le grité algo que ya ni recuerdo (se ve que me dejó sabor a trauma). El muy sinvergüenzas ni siquiera se disculpó y tampoco tuvo intenciones de abandonar la vereda. El episodio podría haber sido peor, no quiero imaginarlo siquiera. Lo que les puedo asegurar es que los peatones no estamos a salvo ni siquiera en las veredas. Ahora se me eriza la piel con solo pensar en salir a pasear con mi bebé por la calle.
5 comentarios:
Camino bastante por el centro, esto son tan soretes como los motoqueros. Suerte.
En una época se veían a algunas señoras paseando perros con un palo. Yo creo que cualquiera de los dos dispositivos (perro o palo) pueden llegar a servirte para meterlo entre los rayos de la bicicleta, eso aparte de la chorrera de epítetos irreproducibles que le habrás propinado.
Suscribo el el uso del palito de abollar ideologías recetado por el Lic. MaxD.
El perro no me parece pues la sé "felinofílica".
Que alguien me avise si esa palabra existe.
Fijate q alguna vez, le dieron en la calle un golpe intencional a mi hijo q apenas era un bebe. No queda más q confiar en el instinto materno q siempre reluce y no falla. Igual q Fabi, te deseo suerte.
Ay, me impresiona muchísimo lo que contás. Me ha pasado y me he indignado, he puteado, y luego terminé riéndome.
Pero imaginarte con la pansa y ese ciclista que se te venía encima, me ha dado realmente muchísima impresión. No sólo multa, deberían tener penalidades mayores, son realmente peligrosos.
Me enojé!!
Un abracito.
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