Me enganché como una garrapata. Siento una atracción inexplicable. No tenía expectativas y ahora la única expectativa que tengo es que esto no se termine nunca. Encontrarse con lo inesperado y gozarlo desde el mismísimo inicio no es poca cosa. Es como cuando uno está deleitándose con una rica comida y la come muy despacio a pesar de que del fondo aflora una fuerza arrebatadora que pretende devorarse el plato entero. Supongo que debe ser como enamorarse a primera vista.
Leo y disfruto cada hoja esperando que las páginas se reproduzcan mágicamente mientras duermo. Ruego que se de el milagro de que el grosor del lomo del libro acabe pareciéndose a la más gorda de las enciclopedias y no se termine nunca.