jueves, diciembre 18, 2008

Circunstancias del Embarazo III

Existe una complicidad implícita entre las embarazadas. Todos los días me cruzo con algunas y con cada una intercambio una mirada que encierra las tres preguntas básicas, los mismos interrogantes que expresan todos: De cuánto estás? Ya sabés qué es? Cómo se va a llamar?

Pero mis miradas no tienen preguntas, tienen solo respuestas: Estoy de…mmm a ver dejame ver, con esto del sistema de las semanas ando media perdida…Todavía no sé que es y no sé cómo se va a llamar. Punto.

6 comentarios:

Marina dijo...

Bueno, ya podes contestar una por lo menos: el sexo. Y supongo que el tema del nombre ya lo podras responder al saber el sexo del bebe.

Euphoria dijo...

Siiii, es NENA!!!!!!! Por fin dejamos el misterio de lado!

Anónimo dijo...

Develaste el misterio del sexo pero quedan unos cuantos misterios más por develar... Qué día elegirá nacer? De qué color serán sus ojos? Llorará, mucho, poco o nada? Y ETC!!! Jajaja!! Lo bueno de la vida es que el misterio forma parte de ella y siempre podemos ser un poco Sherlock Holmes!!! Jajaja!! La clave es que hay que vivirla para develar los misterios que la vida encierra! Seguí disfrutando de tu embarazo! Espero ansiosa por mi sobri!!! Los quiero mucho!!!

dulce dijo...

Jajaja.... y lo q te falta!! Mucho más pláticas sobre embarazos y mujeres sabelotodo q te quieren remediar la vida. Paciencia y un beso.

Anónimo dijo...

Ja! Y eso que a vos no se te ocurrió pensar que la "otra embarazada" puede estar pensando en vos y no en "tu contenido".... por ejemplo: "cómo habrá sido antes?, trabajará, tendrá más hijos? Cómo llevará el embarazo?... no te olvides que vos seguís existiendo (detrás de la panza, pero seguís!!!!).

Besotes!!! Chechu

la doctora yvonne dijo...

Las nenas son lo más, te vas a derretir, te vas a morir de amor, no vas a poder creer mirarla a los ojos y verla y oír su risa. Y después te vas a largar a llorar y a putear como una loca porque estás cansada y agotada y harta y agobiada y encima llega tu marido o lo que sea que tengas y lo vas a ver tan pancho. Y le pedís que te ayude con no sé qué y el tipo te pone excusas, dice que no puede, y vos lo querés asesinar y lo puteás hasta que no podés más... Y después se te pasa.. y seguís amando a tu hija y muriéndote de amor con sólo sentirle el olor, ese olor tan dulce, tan cálido de los bebés... No somos todas iguales y seguramente no te pase todo esto que te estoy contando.. sólo quise contarte un poco cómo me fue (y me va) a mi, en esto tan jodidamente brutal que es la maternidad. saludos.